De Girona a Valparaíso. La huidiza vida del pintor Josep Pagés i Ortiz  

(Girona, c. 1870 - Buenos Aires, marzo  1902)

 

En 1886, el joven pintor Josep Pagés i Ortiz lo tenía todo en sus manos para protagonizar una brillante carrera artística. La Diputación de Girona le acababa de otorgar una generosa pensión de cuatro años de duración para que prosiguiera su aprendizaje en Madrid y en Roma. Sin embargo, en 1893, tres años después de su regreso por tierras italianas, su rastro desaparecería repentinamente de la península. Sus percances posteriores los intentaremos descifrar a través de este texto. 

 

El aprendizaje. Girona, Madrid y Roma.

Estudio italiano.1889

 Compañero desde la infancia de los literatos Juli Piferrer y Joan Vinyas i Comas, el pintor recibió sus primeras enseñanzas de dibujo en la Escuela Municipal de Girona bajo la dirección de Alfonso Gelabert  y posteriormente perfeccionó sus estudios en  la Academia  de Bellas Artes de Barcelona.

En vista de sus buenas aptitudes pictóricas, el 16 de noviembre de 1886 la Diputación de Girona le otorgó una pensión para que ampliara sus estudios durante dos años en Madrid y otros dos en Roma.

Partió a la capital de España en enero de 1887. En Madrid concurrió a laAcademia de Bellas Artes y realizó el Retrato de la Reina Regente con destino al salón de sesiones de la Diputación gerundense.                                                                                                                                                                                                                           

En agosto de 1888 pasa una  corta temporada con su familia en Girona y lo aprovecha para decorar los salones para bailes de la Sociedad El Olimpo. Meses después, el 3 de enero de 1889 hace entrega a la Diputación Provincial de otro cuadro de pensionado para que lo examine, se trata una copia del cuadro Los Borrachos de Velázquez.

La barca del Ter. 1891

Días posteriores,  parte hacia Roma donde encuentra como maestro al pintor Enrique Serra, convirtiéndose en uno de sus discípulos predilectos. Recorre gran parte de Italia, incluyendo  Roma, Nápoles y Verona. Pero algo ocurre en su mente. Debido a la sensibilidad de su carácter, no acaba de adaptarse bien a los entresijos de la Ciudad Eterna y decide regresar a su Girona natal el 4 de junio de 1890, seis meses antes de ver finalizada su pensión.

Un mes despúes parte a Llagostera donde ejecuta unos encargos para el diputado señor Roure y el propietario Ferrer y Boada, a la vez que va concluyendo su última obra de pensionado, un cuadro sobre la Guerra de la Independencia.

 

  

Barcelona 

Miguel Ángel Trilles. El pintor Josep Pagés

El año de 1891 es prolífico para el pintor. El 2 de febrero de 1891 inaugura una importante exposicion individual de sus trabajos realizados en Italia en el "Hotel de Ventas" de Barcelona, destacando los titulados Campiña romana, Tívoli, Genzano y Verona. También participa en la Exposicion General de Bellas Artes de la ciudad con los cuadros Tíber y Interior de una casa de Tivoli que adquiere la comisión para ingresar en el Museo. En Girona expone en el mes de noviembre  Las lagunas del nacimiento del Tiber en la hora baja de la tarde cuando el búfalo salido del agua es acechado para la caza.  

Pero si bien sus obras producidas en Italia reciben bastantes buenas críticas, todo empezará a cambiar cuando presente  sus nuevas creaciones en su Girona natal.

Cuando en junio de 1892  expone el cuadro   Una cabeza  en el comercio gerundense de Tito Corominas, la prensa le recrimina que “es un estudio duro de color, defectuoso de dibujo y amanerado de factura. Sentimos tenerle que decir al Sr. Pages Ortiz que su cuadro desdice de un expensionado” y cuando de nuevo en marzo de 1893 presenta unos paisajes en dicho comercio El Diario de Gerona  concluye que  “ resultan no obstante amanerados por el poco cariño que el señor Pagés demuestra tener al natural”.

No sabemos exactamente lo que ocurrió, pero lo cierto es que a partir de este momento dejamos de tener noticias  del pintor en la prensa local  y su rastro desaparecerá para siempre de la península.  

 

Un explorador en América     

Eugène Robuchon con los indios Putumayo

 Las próximas noticias suyas no nos llegan hasta enero de 1896, cuando el pintor aparece mostrando su obra en una exposición que tiene lugar en los Salones del Casino Italiano de Montevideo. Pero un mes después, el 16 de febrero tiene un ambicioso proyecto junto al ingeniero, fotógrafo y explorador francés Eugène Robuchon (1872- 1905). Ambos pretenden partir desde Montevideo en una expedición exploratoria y artística de un año de duración que atravesará Argentina, Chile, Perú, Bolivia, Ecuador, los países de América Central, México y los Estados Unidos. El periplo debía llevarse a cabo andando y a caballo, y tenía como propósito visitar los lugares más inhóspitos y desconocidos, tomando apuntes y fotografías, con el objeto de  presentar sus descubrimientos a la Societé de la Géographie en París.                                                                                                                                 .

 Pero parece ser que el pintor Pagés y Ortiz, tras más de un mes y medio de dura marcha atravesando la cordillera de los Andes, llegaría exhausto a Valparaíso el día 2 de abril y daría por concluida la expedición,  pues el propio Eugène Robuchon -  segun testimonio del Barón Hulot-  prosiguió la travesía solo hacia el norte "sin otra compañia que un gran perro". 

Además, la vida del pintor aventurero francés Robuchon acabaría de forma trágica y confusa en otra expedición posterior realizada en 1905 cuando fue atacado por los indígenas y cuyo fatal desenlace viene descrito en el libro En el Putumayo y sus afluentes.  

Paisaje costero del Atlántico. 1899

Las siguientes informaciones de la misteriosa vida de Pagés nos llegan gracias a un antiguo pintor compañero suyo. Se trata del pintor aragonés Mariano Barbasán, con el cual habia coincidido en Roma en 1889. Y es que, Barbasán, consumado filatélico, al enterarse de que el huidizo artista se encontraba en Uruguay, le envió una carta en 1899 solicitándole que le localizara determinados sellos para su colección. Sobre su estancia en Uruguay, sabemos que lo denominaban  "el pintor bohemio", y debió de tener cierta influencia en los artistas de este país, pues su nombre aparece citado en varios libros de las artes plásticas uruguayos de este periodo.

 Finalmente, las últimas  pero trágicas noticias que tenemos sobre el  pintor nos llegan desde Buenos Aires, cuando la publicación argentina  La Alborada dedica en marzo de 1902 una de sus páginas al fallecimiento del artista, que rondaba los treinta años de edad. 

 

 Diario de Gerona 19 abril 1890   

Joan SALA I PLANA   Melcior Domenge i una pensio de pintura polémica.Revista de Girona, 1996

Nueva Lucha, 23 julio 1887, 8 septiembre 1888, 3 enero 1889

Diario de Gerona, 5 junio 1890, 1 noviembre 1891, 1 junio 1892

Joan VINYAS  “Josep Pagés Ortiz” en L´Autonomiste, 15 diciembre 1931.

Elías CASAL GARÍ . Presidente de la Academia de Filatelia del Uruguay. Dia del sello Uruguayo. Mariano Barbasan.

"Ecos Montevideanos" en Revue Illustrée du Río de la Plata. Enero 1896. Datos proporcionados por la investigadora María Isabel Baldasare.

José Pedro ARGUI. Pintura y escultura del uruguay. Montevideo 1958

 Comptes rendus des séances de la Société de géographie et de la Commission Centrale.Société de géographie, 1896 Revue de Géographie. 

"Un projet de voyage de Montevideo a New York" en Le Temps, 26 enero 1896 

Julio PIFERRER  “Jose Pagés Ortiz” en L´Autonomiste, 1 abril 1902

Juan Alberto ECHEVERRI "La suerte de Robuchon" en Eugene Robuchon.  En el Putumayo y sus afluentes. Lima, 1907  

Baron HULOT "L´explorateur Robuchon" en L Ópinion, 6 junio 1908. 

 

 

  

 Fernando Alcolea Albero, 10 diciembre 2013