Artistas falsarios 

 

 Adjunto una primera lista de artistas falsarios, la mayoría de ellos hicieron uso de sus habilidades artísticas para falsificar billetes de banco, títulos bancarios y de deuda pública.

 

El pintor miniaturista francés Louis Melignan “Vizconde de Melignan” tuvo una vida convulsa en España. Primero llegó a la península junto a José Bonaparte y posteriormente en 1824 se enroló en el regimiento de granaderos a caballo de la Guardia Real donde llegó a ascender hasta teniente coronel. Como pintor, su carrera también fue exitosa pues realizó varios retratos en miniatura de los reyes de España, del Infante Francisco de Paula, El brigadier Santiago Pierrad, que era coronel del regimiento de granaderos a caballo de la Guardia Real, Tomás de Villanueva Cortina (intendente de palacio y tutor de Isabel II)  y el 18 de julio de  1830 fue nombrado Académico de Pintura por la Academia de Bellas Artes de San Fernando.

Tras los sucesos de la Granja,  se alineó en las filas Carlistas, fue detenido en rebeldía y posteriormente amnistiado con la obligación de ir desterrado a Francia.

Huyó a Paris llevándose una considerable colección de cuadros españoles que vendió en dicha ciudad y Londres. Posteriormente seria condenado por unos delitos de falsificación de billetes de banco teniendo como cómplice a Fernando Fonvielle, un empresario que ya había tenido que huir también de España en 1826 tras hacer quebrar el teatro Tívoli de Madrid.[1]

 Del desconocido pintor Delfín Martínez (Barcelona, 1834), hijo de un jurisconsulto barcelonés de igual nombre, saltó a la fama cuando en 1849, a los quince años de edad  ejecutó  unas primorosas pinturas, destacando en particular la del cuadro de una Virgen.[2]

En 1857 volveríamos a tener noticias suyas, pero por un motivo muy distinto. Resulta que el artista, estando trabajando como dependiente en la Caja Catalana Industrial y Mercantil, hizo uso de sus innatas cualidades artísticas para falsificar la firma de un título[3]

 En 1850 se detuvo al profesor de pintura don M. Infante por presunta falsificación de billetes de banco. Después de encarcelarlo se le dejó en libertad.[4]

 En 1861 se dictó en Aragón la orden de búsqueda y captura por estafa contra el profesor de dibujo  italiano Fernando de Warley que también era profesor de letra inglesa[5]

 En 1865 los inspectores sorprendieron a  Martinez Contreras falsificando billetes de banco en su domicilio donde simulaba ser un pintor de historia.[6]

 El litógrafo Joan Abadal Casalius, (activo entre 1840 y 1873) perteneciente a una estirpe familiar de grabadores, fue encarcelado en Barcelona en 1869. En la prisión entabla amistad  con el  también grabador y falsificador Gonzalo Casas Fontanals que ya había sido detenido en Ginebra en 1867 por falsificar deuda pública.   En un acto de redención, junto a Gonzalo Casas ejecuta  y regala unos medallones a los generales Serrano, Prim y Topete donde aparecen sus bustos retratados con inscripciones alusivas a la libertad.

Pero en 1873, por verse involucrado  una turbia trama de  falsificaciones, tuvo que huir repentinamente  de Barcelona. Su periplo posterior siguió en Cartagena donde se alistó con los cantonales sublevados, pero al ser derrotados, huyó de nuevo a África donde se pierde su rastro.[7]

Otro grabador que se vió involucrado en la falsificación de billetes de banco fue el alcoyano Eugenio Alós y Martí que en 1894 fue condenado a catorce años de cárcel por falsificar billetes de banco de Francia y de Argelia junto a su socio José Figueras Marí.[8]

 El pintor y escritor  Gabriel Vinyas (activo en Barcelona 1882 – 1918), pseudónimo de” Xavier Dachs” era un habitual colaborador de Catalunya Artística (1901-1902), Joventut (1904-1907) Fulls d´Art (1905) y autor de libros como El mal modern (1907) y La sardana (1908). Fue socio de la “Agrupació Artística “en 1907 pero parece ser que dedicó parte de su vida en falsificar cuadros y retablos antiguos.[9]

En 1912 la joven pintora inglesa Elizabeth Norton, recién llegada a España, se encontraba realizando unas copias en el Museo del Prado cuando conoció a otro pintor copista llamado Arturo Merodio, con el que pronto congenió. Pero todo era un engaño, pues a  la que se dió cuenta, el pintor Merodio huyó a París pues le había estafado a la artista británica una buena cantidad de dinero mediante unos cheques falsos.[10]

 Por último reseñar a Ignacio León y Escosura, del cual me ocupo en otro espacio.


  

[1] Revista española, 18 febrero 1834 y Joaquín EZQUERRA DEL BAYO.  Exposición  de la miniatura-retrato en España. Sociedad española de amigos del arte. Madrid 1916

 [2] “Un joven pintor” en El Clamor Público, 3 mayo 1849

 [3]  La Discusión, 3 mayo 1857

 [4] El Heraldo, 8 enero 1850

 [5] Boletín oficial de Guadalajara, 18 octubre 1861

 [6] La España, 28 diciembre 1865 

 [7] BISBAL I SENDRA, MARIA ANTONIA La imprenta a Igualada Miscellanea Aqualatensia 1983. FONTBONA  La xilografía a Catalunya entre 1830 i 1923. Barcelona 1992Diario oficial de avisos de Madrid, 21 marzo 1861Gaceta de los caminos de hierro, 13 junio 1858
ELENA PAEZ RÍOS  Repertorio de grabados españoles en la Biblioteca Nacional. 1981La Correspondencia de España, 26 febrero 1869.
 

[8] La Vanguardia,  27 febrero 1894 y 12 marzo 1894, La Correspondencia de España, 12 marzo 1894 

[9] Gran Enciclopèdia Catalana.

"Victima del arte" en La Época, 7 julio 1912. 

 

 

Fernando Alcolea. Diciembre, 2013